EL PERFECCIONISMO COMO ESCLAVITUD EMOCIONAL

Aparentemente el perfeccionismo nos ayuda a lograr más y mejores cosas.
Pero independientemente de si nos damos cuenta o no, cuando somos perfeccionistas, pagamos un precio demasiado alto:

  • Vivimos tens@s
  • Nos angustiamos con facilidad,
  • Nos da miedo equivocarnos y cometer errores,
  • No disfrutamos de nuestros logros,
  • Nos podemos sentir fracasad@s o inútiles con facilidad,

Con frecuencia ocultamos nuestro afán de perfección, bajo el lema de: «Me gusta hacer las cosas bien» o «Sólo dedicándole toda nuestra atención a lo que hacemos, podemos lograr y mantener el éxito». O simplemente nos empeñamos en destacar la más absoluta perfección como un gran virtud.

Aparentemente estas frases parecen lógicas y verdaderas, y por supuesto, hacer las cosas bien, es una gran virtud, pero teniendo siempre en cuenta la compensación emocional.

Existe una gran diferencia entre querer hacer las cosas lo mejor posible y mejorarlas cuando se puede, pero sin demasiada angustia o estrés y TENER QUE HACERLAS PERFECTAS  o si no, no valen (porque si no, significa que soy poco valioso, importante, inteligente, etc.).

El perfeccionismo llevado al extremo, nos hace sufrir y «perder» muchos aspectos de nuestra vida.

¿Eres perfeccionista?

  1. ¿Necesitas ser siempre el primer@ o el/la mejor?
  2. ¿Sientes que constantemente puedes o debes mejorar lo que estás haciendo o lo que ya terminaste?
  3. ¿Te sientes tens@ o angustiad@ cuando te equivocas o ante la posibilidad de cometer un error?
  4. ¿Estás estresad@ continuamente?
  5. ¿Estás muy pendiente y te preocupa la opinión de los demás?
  6. ¿Pospones las actividades o situaciones que te cuestan trabajo o en las que no estás segur@ de tener éxito?
  7. ¿Revisas varias veces algo que ya terminaste?

Si contestaste si, a la mayoría de las preguntas, posiblemente eres perfeccionista.

El perfeccionismo puede ser el resultado de una baja autoestima.

Es un intento de demostrarnos y demostrarles a los demás, que  somos capaces y dign@s de ser valorados y apreciad@s.
Pero al mismo tiempo es uno de los principales obstáculos para aumentar y fortalecer nuestra autoestima.

Porque trabajar para tener una autoestima elevada, implica hacer cosas que no siempre nos van a salir bien.
Significa reconocer y aceptar nuestros errores.
Y darnos permiso para cometerlos y aprender de ellos, no machacarnos con ellos.

El perfeccionismo está relacionado con:

  • La necesidad de tener la aprobación de los demás y de nosotr@s mism@s.
  • El temor al rechazo.
  • Una actitud autocrítica, muy negativa.
  • Un pensamiento extremista, en donde sólo existe todo o nada, bueno o malo y no vemos puntos intermedios.
  • La percepción equivocada de nosotr@s mism@s y de la realidad, al creer que es posible que todo lo que una persona hace, salga siempre
  • Calificar los errores como fracasos.
  • Calificarse y valorarse como persona, en función de los éxitos o fracasos que tenemos.

Por lo tanto, deja a un lado el PERFECCIONISMO y opta por la opción de ME GUSTARÍA QUE LAS COSAS SALIERAN LO MEJOR POSIBLE, y si no es así, no determina mi valía como persona.