Síndrome de Burnout

El síndrome de Burnout (quemado, fundido, agotado) es definido como un proceso paulatino, por el cual las personas pierden interés en su trabajo, el sentido de responsabilidad.No es estrés común, sino laboral y crónico. Suele presentarse en personas autoexigentes y perfeccionistas que tienen dificultades para delegar, concentradas en su rendimiento y superación profesional, olvidan sus necesidades básicas. Este mal afecta, sobre todo, a aquellos cuyo trabajo tiene una repercusión directa sobre la vida de otras personas.

Es frecuente encontrarlo en profesionales relacionados con la medicina.

Hay tres etapas

1— El cansancio emocional: es el elemento central del síndrome y se caracteriza por una sensación creciente de agotamiento en el trabajo. El agotamiento emocional causa sensación de desesperanza. Desarrolla así una actitud impersonal, deshumanización de las relaciones hacia las personas y miembros del equipo, mostrándose distanciado, a veces cínico y usando etiquetas despectivas o bien en ocasiones tratando de hacer culpables a los demás de sus frustraciones y disminuyendo su compromiso laboral. De esta forma intenta aliviar sus tensiones y trata de adaptarse a la situación.

2— La despersonalización: la falta de iniciativa laboral,, la desgana. Tiene actitudes de aislamiento con tono pesimista y negativo, que va adoptando el sujeto y que surgen para protegerse de agotamiento.

3— La falta de realización personal: sentir que las demandas laborales exceden su capacidad, se encuentra insatisfecho con sus logros profesionales, una sensación de impotencia.

ALGUNAS ESTRATEGIAS:

– Trabajar mejor en vez de más; realizar pequeños cambios que pueden hacer el trabajo menos estresante y más eficiente.

– Establecer objetivos realistas, teniendo en cuenta nuestra capacidad y nuestras limitaciones.

– Realizar lo mismo de forma diferente, intentar huir de la rutina, ya que esto proporciona psicológicamente un mayor sentido de autonomía y de libertad personal.

– Tomar las cosas con más distancia, ya que el agotamiento emocional aumenta cuando se implica demasiado con la gente.

– Procurar no llevarse el trabajo a casa, y «desenchufarse» de los temas laborales.

– Acentuar los aspectos positivos. Pensar en los éxitos y gratificaciones personales que obtenemos de nuestro trabajo, así contrarrestaremos las frustraciones y los fracasos.

– En la mayoría de los casos de agotamiento profesional, un buen apoyo es la familia y los amigos, ya que constituyen una ayuda en la reducción de la tensión emocional.

– Autoanálisis. Es sumamente importante conocerse a sí mismo. Analizar nuestras propias reacciones y reflexionar. Reconocer nuestros límites y aprender de nuestros errores, ya que esto será un paso hacia el crecimiento personal.

Si a pesar de poner en marcha estas estrategias, no se consigue mejoría, es conveniente contactar con un profesional de la psicología, pues será necesario realizar una valoración personal que ayude a determinar cuáles son las causas que están ayudando al mantenimiento del malestar.

La terapia psicológica ayudará a la persona que sufre BURNOUT ha hacer una valoración personal del caso, aprender a controlar la tensión a través del aprendizaje de técnicas de relajación, encontrar de nuevo la motivación y buen funcionamiento laboral con el trabajo para erradicar los pensamientos distorsionados que angustian la jornada laboral y a sentirse más segura en el desempeño de sus funciones mediante el desarrollo de técnicas de resolución de conflictos y organización, que le permitirá aprender a organizarse, priorizar, tomar decisiones de forma adecuada a cada situación…etc….