ULTIMO ESTUDIO SOBRE LA FELICIDAD

La felicidad se considera una medida adecuada del progreso social y el objetivo de muchas políticas estatales. Recientemente se ha publicado el quinto informe mundial de Felicidad (2017) sobre la medición de la misma en la población en los distintos países para ayudar a guiar las políticas públicas.
Según los resultados, parece necesario tener algo de dinero para ser feliz, ya que la mayoría de los países de las últimas posiciones viven una situación de pobreza extrema. Sin embargo, con un nivel económico suficiente para vivir, el dinero de más no sirve para comprar un extra de felicidad.
Los factores clave detectados son: las variables económicas (ingresos y empleo), factores sociales (educación o la vida familiar) y la salud (mental y física).
En todas las regiones del mundo es consistente el resultado de la gran importancia de tener trabajo para ser feliz, principalmente debido a los daños causados por el desempleo. Además se ha visto que el trabajo “manual” está sistemáticamente correlacionado con niveles inferiores de felicidad. En cuanto a las características específicas del lugar de trabajo, además de la remuneración, influyen otras variables en el nivel de felicidad y de satisfacción con el trabajo: la conciliación laboral con la familia, la autonomía, la seguridad o los riesgos para la salud.
En resumen, ha quedado demostrado que factores como el apoyo social, la salud mental o el hecho de tener trabajo, son las variables que más influyen en la felicidad, siempre y cuando se tengan unos ingresos suficientes para vivir, y la vida no esté en continuo peligro por una situación de guerra o violencia extrema.
Fuente: Infocop

http://www.infocop.es/view_article.asp?id=6906&cat=47